Vol. 2 Núm. 56 (2021): Enfoques
Una de las consecuencias más extendidas de la pandemia de Covid-19 es que la vida y la educación de los niños, niñas y jóvenes de todo el mundo se ha desarrollado cada vez más en línea. Se estima que, en 2020, el tiempo que los niños permanecieron delante de las pantallas se duplicó con respecto al año precedente. Si bien el acceso a Internet ha permitido mantener las oportunidades de comunicación y aprendizaje, no es menos cierto que también ha expuesto cada vez más a niñas, niños y jóvenes a la violencia en línea; la cual, incluido el ciberacoso, afecta los rendimientos escolares, la salud mental y la calidad de vida de los alumnos. Los niños y niñas que suelen ser víctimas de acoso tienen tres veces más probabilidades de sentirse excluidos en la escuela que aquellos que no. Además, corren el riesgo de faltar a clases y tienden más a abandonar el sistema de educación formal antes de terminar sus estudios secundarios.