Ministerialidad, sinodalidad y amazonía
Horizonte bíblico-teológico y “sentido de los fieles” un desafío eclesial de Francisco
Palabras clave:
Ministerialidad, Sinodalidad, Amazonía, Apostolicidad carismática, Memoria, IglesiaResumen
El presente artículo, se ha diseñado en cuatro partes fundamentales: en la primera, se hace un abordaje genérico sobre la Ministerialidad, memoria bíblicateológica, el cual sigue siendo un reto en la identidad de la comunidad eclesial posconciliar, que hace el esfuerzo de asumirse como pueblo de Dios, en este momento histórico, en constante conversión sinodal, pastoral, ministerial y ecológica, que camina hacia la fraternidad universal de los hijos e hijas de Dios. Esta conversión, solo será posible con una consecuente recreación de una memoria bíblica,
teológica y teologal, que inspire un orden nuevo, en un mundo secular y secularizado.
En la segunda, se aborda la Diversidad, Ministerial y Recreación en clave del Concilio Vaticano II, por ser en esa eclesiología emergente, inspirada por el Espíritu, donde se recupera el sentido de la comprensión y de la praxis cristiana de las primeras comunidades eclesiales como Pueblo de Dios, presente en todas las razas de la tierra (LG 13), que camina hacia la comunión fraterna universal de la humanidad. Una Iglesia que se entiende en “advenimiento y éxodo” porque vive la comunión con Dios y con los hombres y mujeres de nuestra época, de forma creativa, creadora, diversa y sinodal. Supeditada al sacerdocio real del pueblo de Dios, que lo hace comunidad en camino, persiguiendo la trascendencia del ser humano (GS 11) y no la absolutización de la relaciones jerárquicas y clericalistas.
En la tercera parte, se hace un abordaje de la Conversión sinodal, pastoral y eclesial. Como la dinámica y el modo desafiante de la Iglesia que
redescubre Francisco. Con el volver a las fuentes de la ministerialidad y de la diversidad ministerial del Concilio Vaticano II a la luz del “volver a la fuente,” se cimienta no solo la metáfora y el desafío de una Iglesia en salida y sinodal, sino que empieza a delinear el contenido teológico y la acción pastoral de la eclesiología del pontificado de Francisco, como “camino de conversión sinodal”, que tan solo es posible con una
verdadera y auténtica “conversión pastoral”, que perfile los rasgos y las transformaciones necesarias que provoquen la conversión ministerial. Lo que permitirá en la dinámica de la Iglesia un modelo de vida de “pirámide invertida”.
Por último, como “excursos”, se trata la problemática de la Amazonía no solo como “bioma” de la humanidad, sino como metáfora de un Sínodo que se convertirá en el camino hacia las reformas estructurales de la Iglesia. Donde no solo se muestra la radicalización del
pontificado de Francisco, de redescubrir los auténticos sentidos del Concilio Vaticano II, sino de la emblemática carta encíclica Laudato Si y de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Nuevamente es de la Iglesia latinoamericana, donde se abre un camino de esperanza, no solo para nuestro continente, sino para la Iglesia universal.