Con olor a pueblo: Aportes pastorales desde la afrochocoanidad
Sinopsis
Al pedirle prestada esta frase "con olor a oveja" al Papa Francisco y convertirla en "con olor a Pueblo", lo hacemos en primer lugar, porque esos tiernos animalitos las ovejas- por no existir en todos los sitios, nos privan de la belleza de la comparación: vivir en tal cercanía con los otros, que lleguemos a coger su mismo olor, es decir, a compartir su vida, su cultura y, por ende, sus necesidades y problemas, su dolor, sus angustias y su muerte, pero también sus triunfos y alegrías, por pequeños que sean. En segundo lugar, "con olor a Pueblo" es una meta: lograr estar cerca de esa porción de sociedad en la que no solo se palpan las deficiencias de la pobreza y la falta de humanización, sino en la que están presentes los más bellos esfuerzos y ejemplos, como "semillas de humanidad".
Cuando vivimos y evangelizamos en cercanía al Pueblo, palpamos esa cultura que se presenta no solo como el mejor medio de expresión y comunicación, sino también como la mejor mediación de humanización. Por eso escribimos Pueblo con mayúscula, por la dignidad que él representa. Vale la pena evangelizar en cercanía al mismo, como lo hizo Jesús. De esta forma, la evangelización toma su sentido pleno, como la mejor obra de humanización que Dios Padre pone en nuestras manos.